Hace unos días vi un reportaje en la cuatro que me causó gran impresión. Tanta, que además de avergonzarme de los atracones, empachos y despilfarros de estas fechas, me devolvió a la realidad sin preámbulos ni contemplaciones.
En el programa, una reportera comparte 21 días de vida con Marleni, una mujer boliviana separada, con cinco hijos a quien autorizan de forma excepcional, para trabajar dentro de la mina. El sentido de la dignidad y la entereza de esta mujer en circunstancias tan inhumanas resulta desgarrador y aleccionador a la vez.
La vida cotidiana de esta gente a 4.500m de altura, en un paisaje lunar donde no crece nada y el sustento viene de los restos de una mina de estaño (abandonada por la empresa minera del estado cuando dejó de ser rentable), es un ejercicio prácticamente sobrehumano.
Marleni tiene una amiga, Juana, que es palliri. Las palliris son las mujeres que sacan los pequeños restos de mineral que quedan en las piedras que ya se han descartado del interior de la mina. Con las manos y los pies apartan las que ya han revisado y con un mazo golpean piedra por piedra en busca de algún rastro de estaño que venden luego por unos céntimos.
Picando piedras como los presos de antaño, se me antojan el último escalón en la larga lista de personas que viven de recolectar los restos de los restos (magistralmente retratado en el documental de Varda que aparece en el post de molano, PEPENANDO ).
Olvidados e ignorados, es como si vivieran en otro plano de la realidad; para nosotros, privilegiados habitantes del primer mundo, son seres invisibles.
También en estos días he oído que el Ayuntamiento de Madrid está muy cabreado porque le roban la basura. Al parecer hay "piratas de la basura" que se la llevan antes de que pasen los camiones del ayuntamiento.
En Nueva York ya se multa a estos piratas que están muy organizados y pasan en camiones.
La basura también se exporta y aunque la estricta normativa de la UE limita su exportación a países desarrollados con tecnología suficiente para el reciclaje, la realidad es muy distinta. Greenpeace demostró en un trabajo conjunto con SkyNews que grandes toneladas de basura europea RAEE acaba en inmensos vertederos de Nigeria, Ghana o Egipto. Resulta más barato trasladarla que reciclarla.
1) Sé que la basura es un gran negocio (que se lo pregunten si no a las hermanas Koplovitz)
2) El reciclaje (útil y necesario) ha potenciado aún más este negocio que va camino de ser muy pero que muy rentable.
3) El ayuntamiento cobra un impuesto por recoger (y reciclar) nuestros desperdicios
4) El ayuntamiento, además, hace negocio con el tema y no quiere que se lo pise nadie.
Debe ser el único negocio en el cual la materia prima no sólo te sale gratis, sino que además te la pagan. Luego tú la revendes a las empresas de reciclaje. Un negocio más que redondo, vaya.
Tampoco es plan que te lo pisen unos muertos de hambre con una furgoneta.
11 comentarios:
hola guapa;
ante todo, desearte unas muy felices fiestas, a ti y a todos tus seres queridos.
con respecto al post, francamente me ha dolido.. un pensamiento para quienes padecen necesidad y sufren, en especial en estas fechas tan consumistas (a veces parece que, en las sociedades desarrolladas, el sentimentalismo nos fluye por el bolsillo)
besos,
¡Uy! Últimamente en este blog salen mucho las Koplovitz, Gómez Ferrán y otros apellidos muy extraños. No sé yo... A ver si te lo van a cerrar, Patsy.
Un abrazo,
vi el mismo reportaje y me dejó impactada. Cuántas vidas distintas alberga este mundo...
Un saludo.
Me has hecho recordar que el año pasado fui a ver a mis padres y justo debajo hay un Mercadona. Unos minutos después de la hora de cierre una decena de personas (eran claramente inmigrantes sudamericanos) sacaba del contenedor su comida. Lo mejor es que era muchísima y que no era mala: lechugas iceberg en su envoltorio de plástico, montones de yogures recién pasada la fecha de consumo preferente y cosas así.
Me enteré luego de que en los supermercados se tiran ese tipo de alimentos y que tienen estrictamente prohibido darselos a nadie, ni siquiera a los propios empleados.
pues para variar me parece que no tengo ánimo como para ver el documental, gracias por recomendarlo. este año me han parecido menos asquerosas que otros (las navidades, en cuanto a derroches) ¿o me lo ha parecido a mi?
maslama: hola, que este año te traiga lo mejor a tí y a los tuyos, gata de ojos verdes.
Cada vez me cuesta más asimilar que paralelamente a nuestra vida tan cómoda haya otra gente que tiene que subsistir como en la edad media. Me da a mí que la globalización está agrandando la brecha entre países ricos y pobres.
víctor, cuánta razón tienes - en cuanto a los nombres muy extraños, porque en cuanto a la cyber-poli, al parecer no es muy eficaz...ahora si estabas pensando en la SGAE, ya hablaríamos de palabras mayores.:)
morgana, feliz año. fíjate que estamos tan saturados de imágenes de bombardeos, refugiados, etc.que cada vez es más difícil que nos impresione algo. este reportaje me llegó al alma. (vamos, que si tuviera pelas me hubiera cogido un avión al día siguiente para traérmela a Marleni y sus niños a vivir a mi casa)
Candela, creo que fue Paul Newman el que empezó una ong en USA que se dedica a coger todo lo que tiran los supermercados para repartirlo luego entre los homeless y los comedores sociales.
Yo trabajé en un par de restaurantes hace años (también cogí la concesión de un restaurante durante un verano) y no puedes ni imaginarte la cantidad de comida que se tira. Normalmente, los camareros, cocineros, etc. no están autorizados a llevarse nada, no tengo muy claro por qué - tal vez para evitar el hurto de más género. Pero a mí me parecía terrible tirar a veces 10 o 12 barras de pan cuando a una o dos manzanas había gente que no se había llevado nada a la boca en todo el día. Horrible.
farala, no te culpo. a mí me dejó planchada, así que déjalo for a rainy day. besos.
Mucha razón. En lo que se encubre - hay documentales valientes que debieran encontrar mayor difusión- y en la desverguenza de los ayuntamientos y esas empresas de "amigos", que se lucran con nuestros deshechos. Y parece que nos hagan un favor. Bien pagado, por cierto.
Saludos. Excelente post.)
charm, me he acordado de tí en estos días por lo del Cabanyal. yo iba mucho por allí a comer o a tomarme algo después de comer en la Malvarrosa. Me ENCANTAN esas casas y no puedo creer que las vayan a tirar!!
por cierto, me has dado un susto de muerte porque al escribir el post, dudé si llevaba h intercalada o no - pero lo he mirado, y cuando son desperdicios, basura, etc. no la lleva. besos y gracias.
Gracias Patsy, creo que es la primera vez que formo parte de una cita.
No hay que ir muy lejos para ver miseria. Hay que mirar.
La primera vez que vi gente recoger comida de la basura fué en Buenos Aires, en aquel viaje de amor y lujo al que tu también estabas invitada. Seguramente podría haberlo visto en Madrid pero es difícil si trabajas 12 horas y vives es un buen barrio. Ahora que tengo mas tiempo para mirar, la veo y no creo que el pais sea hoy mas pobre.
Esta mañana, a 2 bajo cero, un homeless pidió dos porras para llevar en el bar donde yo tomaba un café. Solo tenía dinero para comprar una.
manolo: tambien yo lo vi por primera vez en aquel viaje a Buenos Aires. Me pareció tan sorprendente como desolador - pero el país sí se había empobrecido - anduvimos por las mismas calles en las que yo había paseado, trabajado y caminado hasta el amanecer pocos años antes. No lo había visto nunca.
Lo de Madrid, no sé si nos hemos empobrecido o no (hasta hace cuatro años viví siempre en las afueras),pero desde la calle Atocha hasta la Telefónica en la Gran Vía, contaba entre cinco y seis homeless todas las mañanas. La señora de la limpieza del Cine Bellas Artes levantaba al que dormía en el umbral del cine con tanta delicadeza que me conmovía.
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