sábado, 24 de enero de 2009

HOMBRES QUE ODIAN A LAS MUJERES

Empezaré por recomendar los magníficos dos primeros tomos de la trilogía Millenium (el tercer tomo no ha salido aún en español), de Stieg Larsson a todos aquellos que aún no los hayan leído. Eso sí, NO comencéis a leerlos si no tenéis tiempo - crean adicción y no hay forma de dejarlos. No sé cómo voy a aguantar a junio - fecha en que saldrá el tercer y último libro. Por cierto, podéis leer algo más en La Vanguardia.

Además de recomendar los libros, lo que en realidad quisiera compartir aquí es mi perplejidad ante los títulos elegidos para la edición en español.

El nombre del primer libro en sueco es "Män som hatar kvinnor". La traducción literal es "Hombres (o Los Hombres) que odian a las mujeres".

¿Por qué decidió Ediciones Destino S.A. cambiar la palabra "odian" por las palabras tanto más ambiguas, blandas y equívocas de "no amaban"?

No amar no significa lo mismo que odiar. Y el hecho de ponerlo en pasado consigue que pensemos en términos literarios, que no reales, sobre unos hombres que en algún momento no nos amaron.¿¿¿?? Inexplicable a todas luces, especialmente considerando que el maltrato de género está explícitamente presente en las novelas.

Como en el mundo del marketing todo es intencionado, la única explicación que le encuentro es que con esa sutil variación, se pretende mitigar la simpatía que provoca en las mujeres la maravillosa, cruel y despiadada heroína vengadora de esta historia al tiempo que no se ahuyenta al público masculino.

A Lisbeth la edición inglesa la deja reducida en la traducción del título a: "The Girl with the Dragon Tattoo". - como si sus tatuajes fueran la característica más singular de este personaje...

El segundo tomo se llama "Flickan som lekte med elden", es decir: La chica que jugaba (o jugó) con fuego".
Título más que sugerente y que conserva el doble sentido en los dos idiomas - pero que ha sido traducido como "La Chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina ", (el mismo nombre que le han puesto en la versión francesa) que hace alusión a una parte concreta de la historia.

Debo decir que en ambos casos, han estado sumamente creativos en el desprecio absoluto a la intencionalidad del autor a la hora de elegir sus títulos.Al parecer, cada país ha elegido traducirlo de forma diferente.

Me pregunto si tantas versiones no obedecerán al hecho de haber muerto Larsson con anterioridad a la publicación.

¡Qué poca importancia le damos a las palabras!

Quisiera agregar que la traducción de ambas novelas es muy buena (circunscribiendo mi crítica al título únicamente) y que en marzo se estrena la película basada en el primer tomo. Está dirigida por el director de cine danés Niels Arden Oplev.

P.D. “La violencia contra la mujer no es un problema de mujeres, es un problema de hombres que agreden a las mujeres.”

Inmaculada Loroño

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2 comentarios:

maikix dijo...

Estoy de acuerdo en que deberíamos dar más importancia a las palabras. Yo estoy leyendo el primero de la trilogía, y es verdad que es adictivo. Me resistía a leerlo por dos razones: una, no suelo leer lo que denominan "best sellers" sólo por serlo, y dos, precisamente por el título, que no me invitaba a leerlo. Seguramente el motivo de la traducción es mercantilista, y para hacerlo "políticamente correcto". Debo reconocer que me está gustando, y que leeré los otros dos.
Un beso.

PATSY SCOTT dijo...

Makix, coincido contigo en la resistencia a los "best sellers" - cedí en esta ocasión porque tengo lazos con Suecia y por la insistencia de mis hijas.
El segundo es aún mejor que el primero...
Un beso.

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