viernes, 13 de noviembre de 2009

Mami


A mi madre le han robado tantas veces la cartera, el dinero y los bolsos que  siempre ha dicho que lleva un cartel en la frente que dice "Róbame, que yo ni me entero". Nosotros no lo vemos porque somos familia.

Mi padre le regalaba bolsos con muchas cremalleras y compartimentos secretos por dentro, pero nada, conseguían abrir el bolso, el compartimento y la cremallera, quitarle el dinero, cerrarle todo nuevamente, y ella ni flowers.

La cosa ha mejorado mucho últimamente porque ha dejado de usar sus bolsos maravillosos y lleva en su lugar unos bolsitos de tela, que pesan poco y al parecer atraen menos a los cacos.

Aún así, no se puede tomar un café con ella en una terraza si viene con bolsas de alguna compra porque cuando vas a pagar,  fijo que alguna ha desaparecido como por arte de magia.

Hoy al hablar por teléfono con ella, la noté muy apagada y después de insistirle mucho, me ha contado el por qué: Le han desaparecido sus  tres anillos.

"¿Cuándo te has dado cuenta? ¿Los has buscado bien? ¿Estás segura de que no te los quitaste en el baño, o al fregar, no estarán en la cocina?"
"Es que no me desaparecieron de casa, hija, me han desaparecido de los dedos."
"¿Eeeeh?"
"Me dí cuenta anoche,  al ir a ponerme crema en las manos  vi que no los llevaba puestos. Estuve hasta las dos de la mañana buscándolos  por toda la casa y nada. Además, es que es ridículo, porque no podría quitármelos, no salen ni con jabón. Los llevo hace cincuenta años. Cuando estuve en el hospital me pidieron que me los quitara y..."
Me estaba exasperando un poco, porque el asunto no tenía ninguna lógica. Repasé con ella toda la actividad de la semana anterior:   su partida de bridge se había suspendido y  la asistenta no había ido porque estaba con gripe.Cuando comimos juntas los llevaba puestos.  Tenía que haber sido durante el fin de semana.
"Pues se te habrán caído (poco probable que se le cayeran los tres juntos, pero no le encontraba otra explicación) en la calle, al ir a misa (va a misa los sábados así no tiene que ir el domingo - la lógica de mi madre es aplastante) o al Corte Inglés", le digo.
"Imposible - ya te he dicho que no salen así como así. Además, no me los he quitado jamás."
Doy fe.

Empiezo a ponerme muy nerviosa y me entra una especie de pánico. ¿Y si está chocheando? ¿Empieza a perder la cabeza? ¿Y si en realidad los lleva puestos?
"Nada, esto es un misterio" le tiembla la voz y siento que ella también empieza a dudar de su cordura.
"Mami, es posible que te los hayan quitado sin que te dieras cuenta?  Piensa un poco. ¿A quién le diste la mano en estos días?"
Larga pausa.
"¿Sigues ahí?"
"¡El violinista!" Aquí ya casi me da un infarto - definitivamente chochea. "¿Qué violinista, mami?"
"El violinista de Conde de Peñalver."
¡Ya está! El del violín se pone en la esquina de la iglesia y ella le dió unas monedas al salir de misa. Él le cogió las dos manos, se las besó y le soltó una perorata en agradecimiento.
"Me molestó todo aquello, pero mira que me miraba a los ojos todo el tiempo...pero ¿cómo puede ser que haya gente tan mala? ¡Y en la esquina de la iglesia!"
"Pues aclarado el misterio. Y sí, mami, sí, hay gente mala en las esquinas de las iglesias y dentro de ellas también. " (esto último lo pensé, no se lo dije)
Está desconsolada porque le han quitado su anillo de boda, su anillo de compromiso y el anillo de boda de mi padre.
Mañana iré a ponerle una denuncia al cabrón del violinista.

Que mi madre no se diera cuenta, vale, pero sigue siendo un misterio cómo consiguió quitárselos si no salían ni a cañones.

P.D. A mí este año me han robado dos veces la cartera (¿te acuerdas Maica?). ¿Será hereditario?

8 comentarios:

maikix dijo...

Jajajaja, Patsy, iba leyendo y me iba acordando de cuando estuve en Madrid y te robaron la cartera... jajja...! Igual sí que es hereditaria esa predisposición... tampoco sé si es un síndrome que tenga nombre, ni en qué genes está
;-)
A mí me han entrado a robar en los tres pisos en los que he vivido desde que me casé, de a poquito me han ido robando las escasas joyas que tenía, casi todas recuerdos. Desde que no tengo nada, no me han vuelto a entrar.

Besos

farala dijo...

qué impotencia!! qué mamón!!! y tu mamiiii, qué ternura de mujerrrr... me ha encantado! parece una viejita de las de Leonora Carrington! dale un achuchón my fuerte de mi parte cuando la veas!

Víctor González dijo...

Todos solidarios con tu madre, Patsy.
La velada referencia a la asistenta me ha recordado a la mía, Pura. Por suerte Pura es más honrada que San José. Pero tiene otro defecto. Hoy he llegado a casa y me he encontrado un jarrón roto. Como vivo solo y no tengo gato no hace falta ser Sherlock Holmes para saber qué pasó. El caso es que Pura no me llamó para decírmelo (este es el defecto), pero unos cuantos trozos del jarrón estaban perfecta y artísticamente colocados unos sobre otros de forma que solo cuando me acerqué a él y antes de tocarlo, se desmoronó solo. La vida es una novela... de humor.
PD: El resto de los trozos estaban dentro.

Anastàsia dijo...

Qué desesperación , no tantopor los anillos como por saber cómo han desaparecido ... Cuidadín con el tema de la herencia, cuidadín!!!
Ah! Y menudo bellezón , tu mami . A ella no le hacen falta anillos...

molano dijo...

A una conocida le robaron una maleta del coche aparcado frente a su casa en una buena zona de Madrid pero donde tradicionalmente se venden los travestis. No fué a la policía. Su marido tuvo la genial idea de bajar a pactar con los travestis. Por 170 euros le devolvieron el ordenador portátil y un talonario. Cuando subió a casa feliz a contárselo a su mujer, esta muy enfadada le volvió a mandar a la calle a negociar su impermeable italiano.
También, Patsy, si tu quieres, le pateo el violín.

maslama dijo...

hola guapa;
me ha dado muchísima pena leer tu post. A estos animales que abusan de la indefensión de los ancianos, habría que.. en fin, quizá tu madre se sentiría algo consolada si le regalan otro anillo, cargado también de cariño

besos,

Candela dijo...

Me ha enternecido esta historia. Veo a esa mujer mayor, delgada, sonriente y con clase y leo la historia de una mujer generosa y confiada (asi salió su hija). Durante todo el tiempo me estuve esperando lo peor, que hubiera perdido la cordura, pero no, solamente perdió los tres anillos de su vida... porque hay gente mala.

Patsy, ¿el violinista sigue en el mismo sitio cada día? No sé de qué puede servir una denuncia... Lo siento.

PATSY SCOTT dijo...

Jaja, Maica, si lo mejor es no tener nada.

jaja Gracias Farala, se lo daré de tu parte.

jaja Víctor, lo de tu Pura tiene mérito - ¡vaya paciencia para poner los trocitos en su sitio!!

Gracias Anastàsia, me temo que de herencia, nada de nada. Mi mami es pobre, pero honrá - y coqueta. Le pasaré los comentarios así le levanto el ánimo.

Manolo, me ha encantado la historia - no la culpo. Entre un portátil y una gabardina italiana...
En cuanto a patearle el violín, no te creas que sería mala idea. Entre otras cosas porque lo "rasca" las 24h del día.
Lleva toda la vida en esa esquina y sospecho que más de la mitad de las ancianitas de la zona ya han sido víctimas de sus ágiles dedos. Lo que pasa es que más de una ni se dará cuenta, o le echará la culpa a la asistenta.

Maslama, a mí también me parece de lo peorcito meterse con los ancianos. El caso es que el violinista tampoco es un pipiolo...

Candela, tengo que enseñarle estas muestras de simpatía a mi mami cuando venga por aquí - le levantarán mucho el ánimo.

Gracias a todos!!

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