domingo, 6 de junio de 2010

BAJO MÍNIMOS

Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor...

En ocasiones puede fallar una u otra - pero si fallan las tres a la vez - malo.


Llevo  semanas bajo mínimos. Sin ganas de nada, el ánimo por los suelos sin poder centrarme en nada. Mientras tanto, el mundo sigue andando, ha muerto Denis Hopper, se congelan las pensiones, se bajan sueldos, se reúne el Club Bildeberg en Sitges, los sindicatos y empresarios sin llegar a un acuerdo y los políticos incapaces de ofrecer soluciones creativas.

Hoy he entrado en el blog de Farala y me he enterado de que ha muerto su mami.

He vuelto a la realidad, a la vida, que es la vida  y es la muerte y es el cariño de la gente que queremos y nos quiere.

Los afectos y desafectos. Después de todo, de eso se trata todo esto, ¿o no?

5 comentarios:

maikix dijo...

A veces estamos inmersos en nuestros problemas, nadando en aguas estancadas, sin ver la posibilidad de salir, hasta que algo que sucede a nuestro alrededor, nos da una bofetada que actúa de impulso para sacarnos del pozo. Espero que así sea y recuperes fuerzas para volver a ser tú.
Salud, dinero, amor... tener las tres cosas es casi una utopía, pero que te falten las tres... es una putada.
Ya sabes dónde tienes un hombro.
Besos.

Candela dijo...

Patsy, si fallan las tres es que se está en un momento importante de cambios, de modo que intenta echar el resto de energía en que esos cambios sean a mucho mejor que antes :) Es lo que deseo para ti. Un beso.

Víctor González dijo...

¡Vaya, chica! Los últimos días estuve a punto de dejar varios comentarios aquí por tu ausencia, pero ya veo de qué va. En fin. No sé qué decir. Anímate. Se me ocurre algo idiota que yo mismo he puesto en práctica alguna vez. Se trata de lo siguiente.
En cierta ocasión un tipo -creo que crítico de cine del New York Times, no sé- se sometió durante varios meses al siguiente tratamiento experimental (y lo registró médicamente). Todos los días leía una novela desternillante y/o veía una película desternillante. Durante ese tiempo se negó a ver thrillers, a leer novelas trágicas, existencialistas y profundas, etc. Tan solo vio y leyó de forma sistemática a los Hermanos Marx, Con faldas y a lo loco, Gerald Durrell, El pequeño Nicolás y cosas de este tipo.
El asunto le llevó a tres conclusiones. A) Elaboró una lista de obras literarias y cinematográficas con las que te partes de risa (que yo he buscado en internet inútilmente); B) Descubrió que los humanos producimos muy pocas comedias y muchas tragedias; y C) Su salud física (esto demostrado con los controles médicos) y mental mejoró de forma notable. Le bajó el colesterol, adelgazó, estaba más animado... y todo así. No es broma, Patsy, prueba, anda: ponte Amanece que no es poco y después dinos.
Un abrazo,

PATSY SCOTT dijo...

Maica querida, cuanta razón tienes. Ya me aproveché de tu hombro y te envié un email. (Aunque hay un dicho argentino muy grosero que dice: "Cague pero no salpique"):))

Ay Candela, yo también creo que se trata de eso, la cuestión es saber cómo o por dónde arrancar con los cambios. Hay veces en que no le ves salida por ningún lado. Estoy algo más animada y empiezo a ver las cosas con más claridad. Gracias por tus buenos deseos. Un beso grande.

Jajaja, Víctor juro que intentaré seguir el tratamiento. De momento, ya has conseguido arrancarme unas risas como siempre, con alguno de tus cuentos. Eres un encanto y te mantendré informado acerca de mis niveles de colesterol, etc. Besos. :))

Víctor González dijo...

Bien. La siguiente película que te voy a recomendar, Patsy, no es alegre, pero no puedes perdértela: "Io sonno l'amore". ¡Visconti redivivo y en "moderno"!
Un abrazo,

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