Foto de Alex Johnson
Al hilo de lo expuesto en mi post anterior, me he encontrado con la siguiente historia que fue publicada en un periódico de gran tirada de Noruega:
En noviembre de 1988, una mujer americana estaba en el aeropuerto de Miami a la espera de coger un avión a Noruega, país en el que la esperaba su futuro marido y una nueva vida.
Iba corta de dinero, y se encontró con que llevaba exceso de equipaje y no contaba con el dinero necesario para realizar el pago correspondiente. No tenía a quién llamar para pedirle el dinero.
Ante la idea de tener que abrir sus maletas y deshacerse de algunas de sus posesiones más preciadas, se echó a llorar.
Un extraño delgado y alto que estaba detrás de ella en la cola de facturación se ofreció amablemente a pagárselo. Ella aceptó, pidiéndole su nombre y dirección para poder devolverle el dinero una vez que llegara a Oslo.
Imaginaréis, por la foto, de quién se trata.
Podéis leer la historia de primera mano en el blog de esta señora, o en zenmoments
Obama me gusta cada día más.
martes, 21 de octubre de 2008
EL GESTO DE UN EXTRAÑO
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1 comentario:
Si, a mi también. Creo que, ¡por fin! vamos a tener a un gran presidente y digo vamos porque realmente nos jugamos todos muchísimo. Gracias Patsy por esa entrañable historia. Francisca
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