Llevo una racha...
El viernes pasado por la noche me robaron el monedero en el metro. No me dí cuenta hasta la mañana siguiente. Tengo que agradecerle a el/la chorizo que no gastara más que 50€ con mi tarjeta antes de darme tiempo a cancelarla. Ah...y darle las gracias también por la larguísima tarde del sábado que pasé sentada en la sala de espera de una comisaría para poner la denuncia.
Aún me queda por delante la excursión a Carabanchel (sí, a la antigua cárcel, que es donde me tocó solicitarla en su momento) para pedir un duplicado de mi permiso de residencia.
Cosas que pasan, podría haber sido peor y la verdad es que fue la primera vez que me roban el monedero en Madrid en los 35 años que llevo aquí.
Pero hay más...
Ayer llegó a Madrid Maica, una de mis escasas lectoras y autora de uno de los blogs que más me interesan de la red. Es de Barcelona y vino a Madrid para asistir a unas conferencias. Una oportunidad magnífica para conocernos en persona.
Quedamos en la cafetería del Museo Thyssen, donde después de una animada charla al echar mano del bolso para pagar la cuenta, descubro ¡que me habían vuelto a quitar el monedero!
No se cómo pudo pasar - tenía el bolso detrás de mí en la silla, colocado entre mis posaderas y el respaldo de madera - pero sé positivamente que la billetera estaba allí al entrar, ya que lo comprobé abriendo el bolso en la puerta al llegar al museo. Esta vez contenía únicamente un billete de 50€ y ocho monedas - dinero con el que tenía intención de invitar a Maica, que fue quien al final tuvo que pagar la cuenta.
Dejando a un lado mi perplejidad - no me explico cómo pudieron quitármelo, cerrar el bolso nuevamente, etc. mientras charlábamos - me siento tan abochornada que sólo me queda rogarle desde aquí que vuelva pronto a Madrid para poder invitarla a comer - esta vez juro que llevaré el dinero enroscado dentro de la tapa de un boli. (entre otras cosas, ya no me quedan billeteras).
Regresé al museo después de acompañarla a coger un taxi, y dejé por escrito una queja por lo que había ocurrido. También hablé con el jefe de seguridad del museo, que me comentó que últimamente se habían producido varios robos parecidos en el vestíbulo y la tienda del museo.
La cafetería tiene una cámara de seguridad y me han prometido llamar si al "visionar" la película descubren algo. Las únicas personas que se acercaron a nosotras mientras comíamos fueron el maitre y una camarera.
Cosa'e mandinga.
viernes, 6 de febrero de 2009
Take the Money and Run
Posted by PATSY SCOTT at 16:11
Labels: hurtos, Thyssen-Bornemisza
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2 comentarios:
Hola, Patsy.
Ya estoy en Barcelona, inmersa de nuevo en la rutina.
Lamento lo del robo, estando yo allí no podía dar crédito de cómo se las arreglan los ladrones para cumplir su misión. Es verdad que estábamos totalmente absortas por nuestra animada conversación, quizá supieron verlo. Por otro lado, estuve encantada de invitarte, de lo que ya tenía intenciones antes del robo, me sentía casi en deuda por ser tan fiel seguidora de mi blog.
Un abrazo.
Hola Maikix,
Gracias nuevamente por seguir y comentar en mi blog (se me olvidó decírtelo en la comida).
La verdad es que ha sido fantástico que nos conociéramos y te lo agradezco muchísimo.Ha sido un rayo de sol en este febrero que además de gris y lluvioso me está trayendo todo tipo de molestas desgracias domésticas (no me funciona bien el ordenador, la nevera pierde agua, etc.)
Un beso y gracias nuevamente.
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