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"There's no Business That's Not Show Business", Marketing in an Experience Culture (Financial Times Prentice Hall Books), es un libro sobre marketing escrito por Bernd Schmitt, David Rogers y Karen Vrotsos.A grandes rasgos, en el libro se explica que en estos tiempos, todo ha de convertirse en show o espectáculo si quiere abrirse camino en el mercado. Y no se refiere simplemente a la venta de productos, sino también a la venta de ideas. Si quieres convencer, debes también entretener.
Pocos actos o ceremonias se salvan de esta "frivolización." Los mítines políticos, por ejemplo, han de tener un jingle, soltar globos y decorar los pabellones y las solapas con pins, banderolas, etiquetas y todo tipo de merchandising. Y si es posible, incluir una actuación musical al cierre. También queda muy bien que algún actor o celebrity contribuya con algunas palabras.
En el Madrid Open de tenis, a algún lince publicitario (o a los propios organizadores), se les ocurrió hace ya un par de años que sería todo un bombazo remplazar a los niños recogepelotas de toda la vida por tías buenas - perdón -modelos.
No se trata de chicas que jueguen al tenis, o que estén aprendiendo a jugar, ni siquiera de entusiastas seguidoras del deporte. No. Se trata de modelos que se eligen en un casting, se las maquilla, se las viste con minifalda de BOSS y se le dan un par de lecciones en las que aprenden a recoger pelotas sin despeinarse.
Hoy viéndolas en la semifinal que ganó Nadal, volví a preguntarme ¿qué papel juegan estas señoritas en todo esto? ¿Y en los torneos femeninos, nos van a poner a tíos macizos? ¿Para qué? No se me ocurre ni una ventaja frente a los niños. Para empezar, el trabajo de una modelo está en la pasarela o el estudio fotográfico y no en un entorno en el que como poco, se arriesga a que le dejen un ojo morado de un pelotazo.
¿Acaso no es lo suficientemente entretenido un partido de tenis como para mantener interesado al personal sin que haya necesidad de alegrarle la vista con los floreros de turno?
Si ya hace mucho que practicamos deportes, conducimos coches, etc. ¿por qué seguimos tolerando que nos usen de jarrones en los salones del automóvil, sorteos de la UEFA o en las pistas de tenis?
En EEUU, hay muchas pistas rápidas de colores (volviendo al tema del show business). Me gustó que los tenistas se negaran a jugar en pistas de color azul. De hecho las probaron y Nadal dijo que no es que se jugara peor (tampoco se juega mejor), sino que simplemente no le gustaba. Las pistas de tierra batida son rojas y no veía motivo para que dejaran de serlo.
Cambiar por cambiar sin otra finalidad que la de sorprender siempre me ha parecido una imbecilidad, digan lo que digan los gurus del marketing.
8 comentarios:
pues totalmente de acuerdo Patsy... yo pensé que los tenistas no tendrían mucho que decir al respecto (que eran meramente otro producto más) pero si pueden decidir el color de la arena, también podrán opinar sobre los recoge-pelotas ¿no?
de todas formas la frase "There's no Business That's Not Show Business" es tristemente ciertísima, y ese un grave problema cuando la educación se convierte en un negocio (educación por créditos)...
Ay que me veo con laca en el pelo y minifalda de boss jajajajaaaaaa
Está claro hacia dónde vamos: campañas electorales estilo EEUU, "reality shows" en las televisiones, "merchandising" de todo...
Debemos acostumbrarnos, lo que manda es el dinero, y lo que vende mucho es lo que manda, y se vende mucho lo que quiere mucha gente, y hay mucha gente con pocas neuronas funcionantes...
¡Ay Farala! Pero es que en la educación, como tenemos que mantener la atención de los alumnos (dicen que el "attention span" de los niños hoy en día es menor que el de una mosca) la verdad es que estamos más acostumbradas a sacar conejos de la chistera. Confieso que una vez entré en clase con un sombrero que llevaba una enorme pluma - para provocar comentarios en inglés y practicar los adjetivos...De entrada, se quedaron mudos, pero después de las risitas de rigor, funcionó.
Espero que en las universidades no haya que hacerle la pelota a los "sponsors" de masters y demás. ¿Te lo imaginas? Chicos, empezaremos con unas palabras de agradecimiento a la Caixa...
Querida Maikix, sí, me temo que está más que claro que por ahí van los tiros. Hoy he visto la final y cada vez nos parecemos más a los EEUU - Loas a la Mutua (patrocinador) premios en forma de llave gigantesca (de un Lexus), y un presentador que transmitía la entrega de premios como lo hacen los de boxeo. Esta Caja Mágica está muy bien, pero está claro que la financiación, organización, etc. va por los derroteros de la espectacularidad. No me perderé el Roland Garrós - me da que los franceses (y los ingleses, en Wimbledon)no hacen alarde de tanto mercantilismo (aunque está claro que están financiados por los patrocinadores, de igual modo). Habrá que acostumbrarse...
En mis clases, a pesar de que mi alumnado pasa de los 18 y sin límite de edad por arriba, la franja más joven ya pertenece a la generación de que una imagen vale más de mil palabras.
Los llamo la generación de Barrio Sésamo. Se niegan a leer letras grises y lineales y solamente prestan atención si les pones dibujos de muchos colores o gifs animados y personajes parlantes.
Tendré que plantearme ayudarme en informática con algunos "boys" y "girls" con pompones que les canten las funcioneso más básicas de una hoja de cálculo.
Lo de la entrega de premios de hoy en la Caja Mágica ha sido una horterada monumental. Me ha dado vergüenza ajena y no lo he visto entero.
Espero que la siguiente edición sea más elegante y que mejoren el estado de la tierra batida, aunque hoy me he enterado que se llama polvo de ladrillo.
¡Qué bueno el partido Djokovic-Nadal!
Ah, y enhorabuena a tod@s l@s bloguer@s premiad@s.
Me voy a quedar ciega de leer tantos blogs.
La tele no tiene futuro.
Voy a ser breve: Guardiola comenzó a ver partidos en el Camp Nou siendo recogepelotas del Barça. Y ahora, mira.
Pues eso. Excelente post.
p.s. ya sé ya sé, que podía haber elegido otro deporte... :-)
Jaja, Candela, lo de los boys y girls con pompones me ha gustado. Por cierto, sobre lo de que "una imagen vale más que mil palabras", que se da tan por sentado en estos tiempos, habría mucho que hablar. Se ha comprobado que el cerebro "mitiga" el dolor, por ejemplo, una vez que le pone un nombre, ya sea escrito o verbal. Curiosamente, las imágenes no tienen el mismo efecto. Pero no me extiendo, qué duda cabe que hoy en día a los jóvenes las palabras ls sbrn.
María, me alegro que te haya producido la misma impresión. El partido fue fantástico - luego la final con Federer, una pena, pero he de admitir que a mí no me duele tanto cuando pierde jugando contra Federer (yo le veo un parecido a mi nieto Teo y seguramente por eso, y porque es tan educado y tan suizo, me cae bien).
Yo creo que es Santana, que es muy de marketing y cree que cuanto más americanos, más modernos somos. Un horror de entrega de premios (¡esas llaves, esos gritos"")
Ave, Jaja, felicidades, si hasta yo me he hecho del Barca (y mira que le tengo alergia al fútbol). Pero prepárate, que el otro día escuché a un tipo que sugería que se empezara con la costumbre de las animadoras y sus pomponcitos en el fútbol. Estará al caer.
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