Farmor significa abuela en sueco. (Far:padre, Mor: madre, o sea madre del padre. La madre de la madre es mormor, el padre del padre farfar, etc.)
Farmor es la abuela paterna de mis hijas.
Hoy emprende el viaje de regreso a Suecia, camino de una residencia de ancianos en la que pasará sus últimos ¿meses/años? de vida.
Su traslado es la culminación de largas tribulaciones familiares.
Cuando se instaló en la costa española hace unos 25 años, al quedarse viuda, era una mujer sana, de complexión fuerte y mucho carácter. En España vivía su único hijo (mi ex) y sus nietas.
Era y es independiente y mandona, así que nunca se planteó que viniera a vivir a Madrid. Tenía su casa en la costa y allí, en compañía de noruegos, ingleses, suecos y alguna que otra viuda española, se dedicó a disfrutar de la "etapa dorada" de su vida.
Los lunes jugaba al bingo, los martes a la petanca, los miércoles iba al cine, los jueves baile con orquesta, grandes comilonas, cumpleaños, clases de español, más baile, etc. Y mucha playa, bicicleta y sol. (la foto es de hace 15 años, cuando tenía 77 años). Estaba como una rosa.
Puentes y vacaciones iban las nietas a verla o nos la traíamos a Madrid. Ya hace años y mucho antes de separarme, hablábamos cada tanto de qué haríamos el día que no pudiera arreglárselas sola. Nunca hicimos nada al respecto.
Hace un año Farmor, que seguía viviendo sola a sus 92 años(iba una señora a diario a hacer la limpieza y para asegurarse de que estuviera bien), sufrió un accidente casero que la dejó prácticamente ciega. Mi ex la trajo entonces a Madrid, donde su deterioro físico y las circunstancias vitales de toda la familia hicieron que fuese prácticamente imposible tenerla bien atendida.
Ingresó en una residencia donde no estaba contenta y donde según mis hijas, no se ocupaban bien de ella.
Ha olvidado ya el poco español que había aprendido y el inglés que sabía. Habla únicamente en sueco y en la residencia, está claro, no podía hacerse entender y se quejaba de que nadie le hacía ni caso.
A través del Consulado Sueco, se solicitó una plaza en una residencia de Estocolmo. Hoy, con 93 años, emprende el vuelo de regreso a su tierra donde estará en la misma residencia en la que está su hermana y donde esperamos que al menos la reconforte el oir y poder hablar en su idioma.
Está relativamente lúcida y sabía que hoy volaba a Estocolmo. Lo que no sé si sabía es que era un viaje sólo de ida.
Granny, la abuela materna, es decir mi madre, también vive sola. Es más frágil, pero está muy lúcida y activa. Tiene 85 años. Pero esta es otra realidad a la que no quiero hacer frente. Todavía.
lunes, 1 de junio de 2009
FARMOR
Posted by PATSY SCOTT at 16:34
Labels: abuelas, la vejez, residencias
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9 comentarios:
Querida Patsy: supongo que es la vida misma, pero es triste y a mi, que no la conozco, me duele y, por otra parte, es lo mejor. Estoy empezando a afrontar la vejez de nuestros mayores y me duele. La muerte de mi madre me duele muchísimo y quizá es porque nunca quise plantearme, ni tan siquiera pararme a pensar, que se estaba haciendo viejita y, además, está la terrible enfermedad. Mima bien a tu mami, todo lo que puedas, por ella pero y sobre todo, por ti.Un beso. Francisca
hola patsy;
en mi familia también hay personas mayores, que nos dan alegrías y tristezas.. no paso con ellos tanto tiempo como quisiera, pero cada vez que los veo tienen para mí (y para todos) cariño y sabiduría.. cada vez me pregunto por qué no paso más tiempo con ellos
besos,
Farmor debe ser la que bailaba jitterbugs, ¿no? Debía ser de armas tomar! Independiente, con carácter... mejor si no se da cuenta de la decadencia.
Es una pena llegar a cierta edad sin facultades, físicas o mentales. Cuida a tu mamá.
Un beso.
Patsy, creo que es un problema que se nos presentará antes o después. Nuestras madres, nuestros padres. Luego, no muchos años después nos tocará a nosotras mismas hacer esos viajes de solo ida, aunque no sean a otro país, tal vez a una residencia o un hospital.
(Mi niña lee mientras escribo esto, hago el paréntesis porque me dice "Tú no creerás que yo te voy a llevar a una residencia, verdad?")
Quería decir que la vida es un ciclo hecho de muchos ciclos, cada uno con su origen y su final. Da pena, pero es lo que hay. De todas formas me apunto a "hacerme viejita" con 90 y tantos :)
Un beso.
Sí Francisca, tienes toda la razón. Y además no me quejo, porque dentro de lo que cabe mi madre está sana y lúcida.
Creo que la vida ha cambiado mucho - para bien y para mal, y nos deja poco tiempo incluso para pasarlo con la gente que queremos.
Maikix, sí, ¡y cómo bailaba!
La residencia está en Södermalm, su barrio natal de Estocolmo, que sale mucho en Millenium y me contaba por tel mi ex que se ha convertido en una atracción turística - hay gente que hace el circuito del barrio con un guía.
Candela, yo también firmaba llegar a los 90 con la cabeza en su sitio (más que nada por la cantidad de cosas que me quedan por hacer y leer, que ya estoy viendo que no me dará tiempo a nada...)
Y tu niña es un tesoro.
Es ley de vida.
Ya sé que la frase "cualquier tiempo pasado fue mejor" está muy manida, pero lo cierto es que yo recuerdo ver a mi bisabuela en casa de mi abuela, compartir casa, demencias y travesuras y sonrío al recordarlo.
Con mi abuela pasó lo mismo hace quince años. Ahora pasa sus últimos días en una residencia. Me trastorno muchísimo cada vez que voy a verla, y no porque esté mal atendida, sino porque no está en su casa con su familia.
Un muy buen cómic-novela sobre el tema de las personas mayores y las residencias: "Arrugas".
Mucho ánimo.
No he comentado este post porque me resulta a la ver hermoso y doloroso, y no sabía muy bien qué decir. He pensado en mi abuela, que está muy lúcida a sus 83 años, pero que ya no quiere salir del pueblo porque allí, entre sus pinos, se encuentra mejor que en cualquier otro sitio del mundo... Supongo que cuando nos hacemos mayores vamos buscando, aunque sea inconscientemente, esa familiaridad que nos permita regresar (aunque sólo sea de forma imaginaria) a la infancia.
Espero que Farmor esté bien en su país.... y que vosotros estéis bien también.
Sí, Blau, es ley de vida. Y la vida a veces se me antoja rara, rara.
Calvin, tus palabras resumen el sentimiento que nos embargó a todos. Somos una familia grande, pero ya no tenemos la "casa familiar" como se tenía antaño. Cada uno tiene su vida y es difícil hacerse cargo de los mayores que seremos todos. Hemos avanzado mucho, trabajamos mucho, pero nos hacemos más cómodos y más cobardes ante ciertas situaciones.
Buscaré el cómic "Arrugas". Gracias.
Gracias por tus palabras, Ave. Mis hijas han hablado con ella por teléfono y parece más contenta y espabilada. Un abrazo.
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